jueves, 27 de marzo de 2014

EPILOGO: LA CUADRA GOMEZ o el delicioso sabor de las cosas conseguidas con esfuerzo


Con este capítulo acabo mi serie de posts breves sobre la preparación del IRONMAN. Espero que los hayas disfrutado tanto como yo escribiéndolos. Cualquier duda que tengas, por favor, no dudes en contactar conmigo. Si está en mi mano, te prometo que te ayudaré. Se lo debo al triatlón, por todos estos años.

Quiero terminar esta serie con un post dedicado a todos los que en su momento creyeron en mi. Se acercaron a mi con humildad y con respeto, para que les ayudara a conseguir una parte de sus sueños. Ellos aprovechan cada ocasión para demostrarme su gratitud y su fidelidad. Les pedí que me escribieran unas líneas para esta ocasión, pero esas me las guardo para mi. Hoy debo ser yo quien les reconozca la deuda por todo lo que hemos aprendido juntos. Ellos son y serán para siempre LA CUADRA GOMEZ.
 
Quiero guardar estas fotos para que dentro de muchos, muchos años pueda verlas y se me empañen los ojos recordando los madrugones para entrenar y las noches en vela antes de una carrera, de no sentir las manos por el frío y de las quemaduras en los hombros por el sol, de la lluvia y del viento, de las caídas y de los dolores, de los geles y de las barritas, de los amigos y de los buenos momentos.
 
 
Gracias Cuny.
 

Gracias Marta.

 
 

 Gracias Angel.

 
 
Gracias Alvaro.


 
 
 
Gracias Alejandro.

 
 
Gracias Jaime.



 Gracias Carlos.
 
 
 Gracias Javier.




Gracias Gorka.
 
 
 
GRACIAS.
 
 
Gracias al Club Triatlón Tres Cantos. Por su forma diferente de vivir el triatlón.
 
 
Gracias a Carlos Ramírez. Por enseñarme qué es sentir pasión por el IRONMAN.
 
 
Gracias a Martita y a Natalia. Les pido perdón por todas las horas que no estuve con ellas por entrenar. Por pedirles que vayan más despacio cuando vamos a pasear porque me duelen las piernas. Por aburrirles contándoles mis carreras. Por querer siempre llevarme la bici en las vacaciones. Por esperarme en la meta y poner cara de que soy el primero que aparece por allí. Por tantas y tantas cosas...
 
 
Y, por último, gracias a mis padres, Hilario y María. Ellos me enseñaron el delicioso sabor de las cosas conseguidas con esfuerzo.
 
 
Nos vemos en el próximo IRONMAN...
 
  

 

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