Ya quedan pocas semanas para el
día D. Ya has hecho las tiradas largas de bici y carrera que pensabas. Ahora
toca ir bajando poco a poco el entreno para llegar en la mejor forma posible,
pero descansados. Pero ¿cuánto es necesario? ¿Cuánto es suficiente?
Los ingleses denomina a este
período Taper, que podríamos
traducir como disminución gradual, y
es que de eso se trata precisamente, de ir disminuyendo la carga muy poco a
poco hasta la última semana.
Un buen Taper es absolutamente personal, y para lo que a unos funciona
muy bien, no vale para otros. Tendrás que probar diversas fórmulas hasta dar
con la ideal para ti. Aquí yo te contaré mi experiencia para que tú puedas
construir tu propio Taper, como el DNI, personal e intransferible.
Me gusta comenzar mi Taper muy
pronto. Aproximadamente a cinco semanas vista de la prueba hago mis tiradas más
largas de bici y de carrera. Aunque podría forzar algo más, especialmente en la
bici, mucho menos lesiva que la carrera, me gusta dejarme tiempo más que
suficiente para llegar fresco a la última semana.
De manera muy gradual voy
disminuyendo las horas de entreno, pero, sin embargo, mantengo la calidad. Eso
me hace mantenerme rápido y psicológicamente me ayuda a afrontar el último
período de entreno y llegar fuerte al día D.
La penúltima semana la llamo la de las transiciones. En ella, hago entre tres y cuatro sesiones de bricks
(bici + carrera) de duración e intensidad variables, no muy exigentes, salvo
puntualmente, que me suelen dejar muy buenas sensaciones de cara a la última
semana.
La última semana sólo trato de mantenerme activo, pero todo muy suave, muy
ligero. Hago como un triatlón al revés, es decir, empiezo por la carrera,
al día siguiente algo de bici y el tercer día agua. Ese orden me hace llegar
muy fresco. Dos días antes de la prueba me gusta descanso absoluto (muchas
veces coincide con el viaje) y el día anterior salgo a probar la bici y hago
una carrerita con algunos cambios de ritmo.
Este planteamiento sólo lo varío
cuando por alguna lesión o cualquier otro problema llego muy corto de
preparación. Entonces acorto el Taper y mantengo la rutina tradicional hasta
más cerca del final, dejando caer los volúmenes más tarde. Esto, evidentemente,
es muy personal, y dependerá mucho de tu capacidad de recuperación. En
cualquier caso, no apures. Ante la duda,
es mejor reducir antes, mejor llegar corto, que tostado.
Los últimos días dedícalos a
preparar tu equipaje. Si no la tienes ya, hazte una check-list con todas las cosas que necesitarás llevar. Si tienes
dudas, consulta con alguien más experimentado, seguro que te recuerda algo que
habías olvidado por completo. La logística es una de las partes más complicadas
del triatlón y una buena planificación te ahorrará más de un disgusto.
Olvídate de carga de hidratos,
dietas escandinavas disociadas o sin disociar. Come sano e hidrátate bien. No
alteres tus hábitos alimenticios. Come y bebe las cosas que sabes que te
sientan bien. Intenta cenar ligero y pronto y descansa todo lo que puedas. La
noche anterior a la prueba quizás estés nervioso y duermas un poco menos, pero
si esa semana has descansado bien no te afectará.
El sentido común ha sido tu aliado durante toda la preparación, no
dejes que te abandone en el último momento. Será tu mejor arma también durante
la prueba.