jueves, 30 de enero de 2014

LECCION 11: EL GIMNASIO o que la fuerza te acompañe


Durante años recelé de ir al gimnasio. No me atraía verme entre personajes musculados mirándose continuamente al espejo y contabilizando mentalmente (y cotilleando) los kilos que ponías en esta  o en aquella máquina. No sólo me parecía aburrido, sino que entendía que cuánto más musculado estuviera, más volumen habría que mover y, por tanto, menos rendimiento tendría el día de la prueba.


¡Qué equivocado estaba! Un buen día cayó en mis manos un libro de Mark Allen (ganador de seis IRONMAN de Hawaii, un auténtico mito del triatlón). El librito en cuestión se llamaba “Fit Soul, Fit Body”. Si Allen hacía eso, es que tenía que ser bueno. Desde ese año, nunca faltó una rutina de gimnasio en mi entrenamiento. Os aseguro que los resultados merecen la pena.


Es en las partes finales de las pruebas de resistencia donde percibirás que el esfuerzo que has realizado en el gimnasio ha merecido la pena. Cuando la musculatura está más castigada es donde cobra mayor importancia la fuerza que hayas podido desarrollar durante tu entrenamiento.


Una posibilidad de ganar fuerza es introducir algunas sesiones de fuerza específica en bici (los Power) o carrera (las Hills), esfuerzos intensos de corta duración, pero si vas apurado de tiempo o quieres darte un descanso mayor en tus BLUE DAYS (lección 7), una buena ocasión para desarrollar la fuerza es la sesión de gimnasio. Y digo “la sesión” de gimnasio porque si una de tus limitaciones principales es el tiempo disponible, creo que una buena sesión semanal de gimnasio, equilibrada, completa, bien construida, puede ser suficiente.

 
¿Cuándo hacer esa sesión? A mi me ha funcionado muy bien juntarlo con el día que hago la sesión de agua, formando un PINK DAY (lección 7) bien serio. Ya que tengo que desplazarme a la piscina, aprovecho que tiene un gimnasio para hacer mi sesión de fuerza. Con eso consigo ahorrar tiempo, porque de otra forma tendría que “gastar” tiempo en volver otro día. No obstante, es perfectamente posible hacer la sesión en cualquiera de los BLUE DAYS.

 
¿Qué hacer en esa sesión? Aquel viejo libro de Allen contenía una rutina que he repetido sistemáticamente durante los últimos años. Consistía en seis ejercicios de tren superior y seis ejercicios de tren inferior y terminaba con un trabajo de “core” (trabajo de la parte central del cuerpo, básicamente abdominales y lumbares, aunque también glúteos).
 

En la actualidad ya no realizo la rutina tal cual, sino que dependiendo de cómo me vaya sintiendo voy variando lo ejercicios e insisto en aquellas partes en las que haya notado más debilidad. Por ejemplo, en la preparación del último IRONMAN, el Challenge de Barcelona, al ser bastante plano, sabía que tendría que intentar ir acoplado gran parte del segmento de bici, así que incorporé un trabajo específico de espalda y piramidal, que se me resentían cada vez que hacía una tirada larga en una posición aerodinámica.

 
Aunque las variaciones, como te puedes imaginar, son infinitas, te recomiendo que mantengas una estructura que contenga una rutina completa con trabajo de las tres áreas siguientes: tren inferior, tren superior y core.

 
Si vas muy apurado de tiempo y no puedes escaparte al gimnasio, hay alternativas baratas y prácticas que te permitirán hacer un trabajo bastante completo en tu propia casa o en cualquier hotel durante tus viajes de trabajo. Unas gomas elásticas son económicas y podrás simular muchos de los ejercicios que haces en el gimnasio con máquinas muy caras. Sé imaginativo y busca ayuda si te hiciera falta para montarte lo que pueda encajar en tus horarios y tus obligaciones. Recuerda, haz que el entrenamiento fluya con el resto de tu vida (lección 4).
 

El trabajo no debe ser con grandes cargas, antes al contrario, debes priorizar las repeticiones con una carga exigente pero sin llegar al fallo muscular. No buscas ser el/la increíble Hulk del gimnasio. Recuerda el dineral que este hombre se gastaba en camisas cada vez que se volvía verde. Queremos tíos fuertes, musculados, definidos, no culturistas en tanga.
 

Y la próxima vez que vaya al gimnasio y mire al espejo, cotilleando quién hay y con qué carga trabaja, espero verte reflejado…
 
 

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