Chris McCormack, uno de los triatletas más laureados de la historia, acaba de fracasar en su asalto al Ironman de Hawaii 2012. Sentado en una silla, agachado, con la cabeza entre sus manos, recibe la visita de su hija Thalía, de ocho años, quien pasa uno de sus bracitos alrededor del cuello de su padre, tratando de consolarlo:
-Papá, ¿por qué estás triste?
-No, hija, papá no está triste, está decepcionado. Eso es todo. Puedo ser mejor y hoy no pude serlo.
Thalía, confusa, responde:
-Papá, quizás fuiste lo mejor que podías ser hoy. Pero eso no significa que mañana no puedas ser mejor. Tienes que ser hoy lo mejor que puedas ser hoy, papá, y mañana lo mejor que puedas ser mañana. Cuando hagas eso, serás el mejor papá que tú puedes ser, y eso es lo más importante.
Traigo
aquí esta anécdota del gran McCormack como un pequeño homenaje a uno de los más
grandes triatletas de la corta historia del triatlón. Y es que hoy vamos a
hablar de lo que él llama The Skeleton
(El esqueleto).
The
skeleton es la estructura de entrenos
que se repite de semana en semana. Todos tenemos un día que nos viene mejor
hacer la tirada larga de bici y otros en que nos es imposible entrenar o sólo
podemos hacer una sesión corta, y esos días se repiten de manera sistemática de
semana en semana, así que acabamos configurando una rutina semanal donde, por
ejemplo, los jueves hacemos la tirada larga de carrera y los domingos la salida
larga de bici. Eso no quiere decir que ese esqueleto no deba tener una
estructura flexible, adaptable a las circunstancias del triatleta, pero es
mucho más fácil sobrellevar el entreno cuando la estructura está predefinida y
se repite una y otra vez.
Así
que es el momento de que empieces a construirte tu propio skeleton y a definir
cuándo harás en la mayoría de las ocasiones cada sesión cada semana. Y para
ayudarte a configurarlo adecuadamente te hablaré de lo que son los días rosas y
los días azules.
La
idea de identificar las sesiones con colores la aprendí de Matt Dixon, un
entrenador americano que lleva a varios triatletas profesionales, pero que
también tiene planes para triatletas populares. Dixon siempre insiste en la
importancia del descanso, la recuperación entre sesiones y la necesidad de la
asimilación de los entrenos, y para ello define las sesiones clave de cada
semana y las identifica con un color (en mi caso, elegí el rosa, los llamo los PINK DAYS) y el resto se convierte en
sesiones de recuperación y ayuda a la asimilación de los días más duros. Son
días de entreno más ligero, descanso activo o incluso descanso total y se
identifican con otro color (días azules o BLUE
DAYS).
Os
recomiendo que en vuestra rutina no haya más de tres días rosas semanales, uno
por cada deporte, y que, en la medida de lo posible, no sean consecutivos. El
identificarlos con un color te ayudará a centrar todas tus energías en esos
días, sabiendo que a continuación tendrás uno o dos días azules de recuperación
y asimilación. Con ello también evitamos un error muy habitual entre los
triatletas populares: entrenar todos los días de una manera uniforme en el
rango moderado-alto, lo que suele conducir a un estancamiento prematuro en la
progresión. Lo que realmente te hará progresar es entrenar muy duro los días
duros (PINK DAYS) y muy suave los días suaves (BLUE DAYS).
Así
que con una adecuada combinación de días
rosas y azules acabarás construyendo tu esqueleto, un esqueleto adaptado y
adaptable a tus circunstancias, que logre un perfecto equilibrio entre sesiones
y que permita que el entrenamiento fluya con el resto de facetas de tu vida
(para el concepto de fluidez véase la lección 4).
Ya
sabemos CÓMO distribuir las
sesiones, ahora definiremos QUÉ sesiones
tenemos que hacer. Pero eso será en otras lecciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario