En la lección 1, dejamos clara la importancia de encontrar un equilibrio entre la familia, el trabajo y
el ocio, capítulo donde deberíamos encuadrar el triatlón. Y también
hablamos de la necesidad de asimilar las horas de entreno sin romper ese
equilibrio. Hoy te presentaré cómo hacerlo.
Durante los ultimos años he seguido planes de entrenadores muy distintos, algunos muy cotizados, diferentes sistemas, pero la conclusión es que casi todos han adolecido de un defecto. Se
limitaban a trasladar a escala lo que funciona con un triatleta profesional,
sin considerar que como triatletas populares nuestras circunstancias son
completamente distintas.
No eran mis planes, no tenían en cuenta mis limitaciones, en la
mayoría de los casos no eran lo suficientemente flexibles para encajar un viaje
de trabajo, un compromiso familiar o simplemente una enfermedad o una caída de
la motivación para seguir entrenando. Y te aseguro que esto te pasará, antes o
después, en la preparación del IRONMAN.
¿Cuál es la solución? La
FLUIDEZ.
Debes contemplar tu vida como un todo, formado por numerosos
mecanismos, los cuales es necesario que funcionen de manera sincronizada para
que sea satisfactoria y obtengas los mejores frutos de ella. Y debes contemplar
tu entreno para el IRONMAN como una parte más de ese conjunto de engranajes que debe integrarse y sincronizarse con el resto.
Es ahí donde quiero que entiendas y uses el concepto de FLUIDEZ.
Cuando hacer una sesión el sábado de cuatro horas y otra de otras
cuatro horas el domingo, te impide acompañar a tus hijos a sus actividades.
Cuando de manera sistemática sales a correr agotado cuando llegas del trabajo a
las tantas de la tarde y dejas a tu pareja quejándose. Cuando te escapas del
trabajo para poder cumplir una sesión prevista. Todos son ejemplos donde falta
FLUIDEZ, donde el entrenamiento no fluye con tu vida y son indicadores de que
debemos cambiar para ajustar el entreno al resto de elementos que componen
nuestra vida.
Generalmente, todas estas situaciones vienen acompañadas de un sentido de culpabilidad. Y nos sentimos
culpables, porque somos conscientes que lo que estamos haciendo no es lo
adecuado. Libérate de esta culpabilidad reajustando tu entreno y haciendo que
todos los componentes de tu vida vuelvan a fluir.
Amigo triatleta, no quiero que estas palabras te conduzcan a engaño y
creas que preparar un IRONMAN no es duro. ¡Claro que lo es! Pasarás momentos
muy difíciles, tendrás dudas, pero si consigues ir haciendo esos pequeños
ajustes a tiempo, podrás disfrutar intensamente de la preparación y llegar en
las mejores condiciones al día D.
El entreno debe ser personalizado y adaptable. Debe tener en cuenta
las condiciones de partida del triatleta, su experiencia, sus virtudes y sus
defectos, y debe ser lo suficientemente flexible para poder adaptarse a un
imprevisto en la disponibilidad del triatleta, ya sea por un compromiso
familiar, una responsabilidad profesional o un problema físico. Cualquier plan
que no contemple esto, podrá ser muy buen plan, pero no será un buen plan para
ti.
Recuerda, por tanto, las tres claves para un buen plan de
entrenamiento: PERSONALIZACION,
ADAPTACION Y FLUIDEZ.
En las próximas lecciones te hablaré de lo que yo creo que es
necesario hacer para poder alinearte en la salida de un IRONMAN con suficiente
confianza como para pensar que terminarás si no tienes ningún percance serio,
pero si no consigues que ese entreno fluya con tu vida, no lo asimilarás y los
resultados serán menos satisfactorios. ¿Aceptas el reto?
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